Chile: medialuna fértil de emprendimientos

Chile: medialuna fértil de emprendimientos
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La medialuna fértil es una región del cercano oriente donde se desarrolló por primera vez en la historia, la agricultura, por estar bien abastecida de agua dulce. América Latina vive un apogeo de creatividad tal, que nacen startups exitosas.

Este mismo escenario -de prosperidad y éxito dado por varias condiciones que relataremos luego- es el que se están dando en pleno siglo XXI en Latam.  Año a año emergen potentes startups que revolucionan su entorno y al cabo de pocos meses, la región y el mundo con ideas que llevan de la mano tecnología de punta y soluciones adecuadas para los tiempos de hoy.

El Global Startup Ecosystem Index publicó en su informe el ranking 2022 de los países de América Latina y el mundo  que son terreno fértil para hacer startups. En ella se conjugan las siguientes variables: rendimiento de startups, financiamiento, conectividad, alcance de mercado, conocimiento y talento más experiencia. Chile está en el puesto 4 y a nivel mundial se sitúa en el 67. ¿Razones? ¡Hay varias para fundamentar nuestra excelente posición!

¿Por qué Chile es un buen lugar para emprender?

En primer lugar, el país cuenta con una economía estable y en crecimiento, lo que brinda un ambiente favorable para el emprendimiento. Además, Chile ha implementado diversas políticas y programas para fomentar el desarrollo de startups, como el Programa de Fomento al Emprendimiento e Innovación (Start-Up Chile) y el Fondo de Inversión para Startups (Start-Up Chile Seed).

Otro factor, que hace de Chile un lugar atractivo para hacer startups, es la presencia de una amplia red de mentores y apoyo para emprendedores. Hay numerosos programas de aceleración e incubación de startups en el país y también existe una fuerte comunidad de emprendedores e inversores, que están dispuestos a ayudar a las startups a crecer y tener éxito.

Además, existe una buena infraestructura de tecnología y una conectividad a Internet de alta velocidad, lo que facilita la creación y el funcionamiento de startups tecnológicas. También hay una amplia disponibilidad de recursos de talento y una fuerza laboral altamente capacitada, lo que es esencial para el éxito de cualquier emprendimiento a gran escala.

“Nuestro país cuenta con una infraestructura digital y tecnológica adecuada y con altos niveles de bancarización para que los emprendimientos de base tecnológica puedan desarrollar sus soluciones”, explica Claudio Barahona, partner del fondo de capital de riesgo latinoamericano Alaya Capital a Invest Chile.  Y concluye: “En Chile se puede pivotear rápido; así se puede probar un producto en mercado latinoamericano centrado principalmente en una sola ciudad. Por esto, las startups españolas, por ejemplo, prefieren abrir primero en Chile, para ver cómo reacciona el mercado y después de seis meses abrir operaciones que requieren más inversión en países como Colombia, México o Brasil”, explica.

Cornershop, Betterfly y Algramo son solo algunas startups chilenas que demuestran lo potente del ecosistema nacional. Por nuestras región corre esa agua dulce que llena de energía a founders que están con sed de levantar proyectos e impactar al mundo con sus revolucionarias ideas.